-"Y entonces apareció. Un guerrero como ningún otro,
Un guerrero del infierno, que luchaba al lado de los ángeles"-
The Darknight

No sé si se han dado cuenta que, la mayoría de los Héroes son personas muy inocentes, por no decir bobos. Me explico, los villanos hacen a los héroes como ellos quieren; los golpean, los humillan, se burlan de ellos y empiezan saliéndose con la suya... ¡y los héroes se dejan golpear, humillar, y demás hasta que se arman de valor y derrotan a los villanos.  

¿Qué pasa? ¿es que todos los héroes tienen que ser idiotas bienhechores que no rompen ni un plato, que nunca han sido tentados por el poder o que nunca se han equivocado de camino ni una sola vez?. Gracias al cielo que existen héroes como Ikki.  

Ikki es uno de los mejores héroes ya que no es el "niño bueno" que se deja de cualquier villano im...posiblemente fuerte. Ikki demuestra que no se necesita ser ni perfecto ni santo para ser un héroe; lo que se necesita es mucho valor.  

Antes que nada, un poco de historia:

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Ikki y su hermano pequeño Shun se quedaron huérfanos cuando aún era unos niños muy pequeños, de hecho Shun aún no podía caminar en ese entonces. Adoptando la responsabilidad de cuidar a su hermano, Ikki y Shun entrenaron desde muy pequeños hasta que la Fundación Graude de Mitsumasa Kiddo los adoptó para su plan llamado "Torneo Galáctico". Ikki y Shun entrenaron casi un año con la Fundación y ahí conocieron a varios niños huérfanos que se encontraban en situaciones muy parecidas a la suya. A pesar de que Ikki y Shun eran hermanos, entre ellos eran muy diferentes. Ikki era más agresivo y fuerte, mientras que Shun era muy tranquilo y no le gustaba mucho entrenar. Ikki defendió a Shun todo el tiempo y durante todos los días que estuvieron en la Fundación.

Un día, se realizó el sorteo en el que todos los niños huérfanos tenían que escoger al azar el lugar donde terminarían su entrenamiento de seis años para el Torneo Galáctico. Shun fue elegido para ir a la Isla de la Reina Muerte, un lugar extremadamente peligroso donde seguramente moriría. Ikki, siempre protegiendo a su hermano menor, decidió ir a la Isla de la Reina Muerte en lugar de su hermano. Esto ocasionó que Ikki tuviera problemas con Tatsumi, el guardaespaldas de Mitsumasa Kiddo; Tatsumi golpeó a Ikki hasta que se cansó y lo embarcó con dirección a su campo de entrenamiento. En ese momento Ikki y Shun se separaron por seis años, Ikki fue a la Isla de la Reina Muerte y su hermano Shun fue a la Isla Andrómeda.  

Cuando llega a la Isla de la Reina Muerte y ve a su nuevo maestro, Ikki le muestra su respeto y en respuesta su maestro lo golpea y le dice que no necesita su respeto, sino su odio. Todo el entrenamiento de Ikki durante su estancia en la Isla de la Reina Muerte se basó en que el odio daba poder y para ganar la armadura del Fénix tenía que odiar a todo y a todos. Cada vez que peleaba con su maestro, siempre lo dejó mal herido; hubiera muerto de no ser por Esmeralda, la hija de su maestro quien era muy parecida a su hermano Shun. Esmeralda cuidaba de las heridas de Ikki todas las noches mientras le contaba cómo su padre había cambiado desde que fue al Santuario en Grecia.  

Un día, Esmeralda e Ikki fueron a un pequeño campo de flores. Como la isla era totalmente árida, ese campo era como un oasis en el desierto; era como Esmeralda en la vida de Ikki. Al descubrirlos, el maestro de Ikki le dijo que después de esa pelea no le volvería a dar otra oportunidad de ganar la armadura del Fénix. Ikki peleó con todas sus fuerzas, pero no podía aún ganarle a su maestro. En ese momento Esmeralda quiere detenerlos y un golpe de su padre la mata. Al ver la frialdad del padre de Esmeralda, Ikki despertó su odio y con el mató a su maestro y ganó su armadura del Fénix de bronce. Antes de volver a la Fundación Graude, Ikki se vuelve el líder de los cuatro Caballeros Negros y se hace de un ejército de sombras malignas.

 

Al volver a la Fundación Graude seis años después, Ikki aparece en medio del Torneo Galáctico durante la pelea entre Jabú, Caballero del Unicornio, y su hermano Shun, Caballero de Andrómeda. Shun se alegra al ver de nuevo a su hermano mayor, pero Ikki lo ataca con su poder Ave Fénix. El Caballero del Fénix no pretende participar en el torneo, lo único que espera es cumplir su venganza. Ikki derrota a Jabú y al Caballero del Lobo; y daña a Seiya, Caballero de Pegaso; a Shiryu, Caballero del Dragón; y a Hyoga, Caballero del Cisne. Los Caballeros de Bronce se preparan para atacar, pero aparecen las sombras del Fénix y los detienen. Al ver que no existe nadie que le haga frente, Ikki se va con sus sombras y se llevan con ellos la sagrada armadura dorada, la cual era el premio al vencedor del Torneo Galáctico.

  Fénix y sus sombras eluden a la policía y a los Caballeros de Bronce hasta que llegan a los muelles. Ikki se prueba la armadura dorada, pero de un golpe Seiya se la quita. Las sombras del Fénix se llevan las piezas de la armadura mientras Ikki escapa, pero las sombras pierden cuatro de las nueve partes de la armadura dorada.  

Fénix convoca a los Caballeros Negros para darles una de las cinco piezas de la armadura dorada que están en su poder; entonces manda un desafío a los Caballeros de Bronce. Ikki cita a Seiya y sus amigos en el Valle de la Muerte para decidir  quién se quedaría con todas las piezas de la armadura dorada. Los Caballeros de Bronce y los Caballeros Negros se pelean por todo el Valle de la Muerte mientras Ikki espera a los vencedores.  

Hyoga del Cisne se adelanta y ataca a Ikki sólo con su poder Trueno de la Aurora, pero Ikki lo rechaza y lo ataca con el Golpe Fantasma, el cual destruye el sistema nervioso del Cisne. Después llegan Shiryu de Dragón y Shun de Andrómeda, pero también son vencidos por Ikki. Es entonces cuando aparece Seiya de Pegaso listo para enfrentarse al Fénix, pero Seiya está muy débil para vencerlo.  

De las sombras aparece Hyoga, quien no ha muerto a pesar de que Ikki lo atravesó con su puño. El Cisne reta al Fénix para usar de nuevo su Golpe Fantasma, Ikki así lo hace, pero Hyoga usa su Polvo de Diamantes para crear un escudo y refleja el poder hacia Fénix. Ikki recibe el Golpe Fantasma, pero no cae y derrota a todos con su poder Alas del Fénix.

 

Todos caen menos Seiya, quien está protegido por la armadura dorada. Ikki no le cree y lo vuelve a atacar pero Seiya lo esquiva y rompe la armadura del Fénix. Seiya le dice a Ikki que es la voluntad de la armadura dorada la que no lo deja ganar, pero entonces la armadura del Fénix vuelve de sus cenizas.

Fénix ataca al Pegaso y ahora es el escudo del Dragón el que defiende a Seiya. Ikki lo vuelve a intentar y las cadenas de Andrómeda lo detienen. Seiya ataca a Ikki con una combinación del Golpe de Meteoro del Pegaso y el Polvo de Diamantes del Cisne. Ikki del Fénix cae vencido.

Ikki le revela a su hermano y a los Caballeros de Bronce su estancia en la Isla de la Reina Muerte, pero lo interrumpe Dócrates, un enviado del Santuario con la misión de recuperar la armadura dorada. Dócrates tiene todas las partes de la armadura y le pide al Fénix la última pieza, el casco dorado. Ikki lanza el casco a Seiya y ataca el pilar donde estaba parado Dócrates con su poder Alas del Fénix. Ikki provoca una avalancha que sepulta a Dócrates y a varios de sus secuaces, pero él también queda atrapado en ella. Shun y los Caballeros de Bronce lloran la muerte del Fénix.  

Tiempo después, Shun de Andrómeda protege a Saori y al casco dorado de Formax, Caballero del Fuego en un bosque y Shun queda atrapado en el incendio que provoca Formax. Pero el fuego se eleva y se forma la imagen del Ave Fénix. Ikki salva a su hermano Shun de las llamas y derrota a Formax. Hyoga y Seiya llegan y ven que su amigo Ikki ha vuelto de la muerte para pelear con ellos.

 

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  Ikki posee una fuerza y poder que ningún otro Caballero tiene, pues el que haya podido enfrentar y casi ganarle a sus cuatro compañeros al mismo tiempo es un acto del que pocos pueden presumir. Sin mencionar que el venció a varios Caballeros de Plata sin siquiera inmutarse, escapó del "Sei Sam Shara" y del "Tesoro del Cielo" de Shaka de Virgo (el Caballero más cercano a Dios), derrotó el "Réquiem de Cuerdas" de Mime de Benetonash, no cayó en los engaños visuales de Kaza de Leugnades, entre otras hazañas; a parte de haber vuelto a la vida varias veces. Todo esto le da mucho mérito al Caballero del Fénix.  

La vida de Ikki creo que nos muestra que los héroes no nacen, sino que se hacen. Pareciera ser que ante toda adversidad, el camino más fácil de seguir es el de la venganza. Pero, como Ikki lo descubrió, es un camino que no lleva a ningún lado. Ikki, con la ayuda de sus amigos se armó del suficiente valor para salir de él y entrar a uno más difícil, pero que a la larga le dejará mucho más de lo que haya sufrido... el camino de la justicia.  

Aquí aclaro que no es el camino de la bondad, pues Ikki no obedece a reglas y órdenes sino que obedece a lo que él piensa que es justo y lucha por el sueño de paz que comparte con sus amigos.